Este lugar me deslumbró desde mi primer visita a la zona, en el verano de 1987, cuando tuve la sensación de haber encontrado “mi lugar”. Luego de ese viaje vinieron otros. Por otras montañas, con otros amigos. Hasta que junto a mi compañero de algunas aventuras, decidí seguir el camino de aquellos primeros sueños, instalándome en la zona de El Chaltén.
Este lugar me deslumbró desde mi primer visita a la zona, en el verano de 1987, cuando tuve la sensación de haber encontrado “mi lugar”. Luego de ese viaje vinieron otros. Por otras montañas, con otros amigos. Hasta que junto a mi compañero de algunas aventuras, decidí seguir el camino de aquellos primeros sueños, instalándome en la zona de El Chaltén.
La Patagonia me recibió, me dio su tiempo, sus tormentas; y en las laderas del Fitz Roy me dio El Pilar, donde pude conjugar mis grandes pasiones: la montaña y el campo.
Elegí su nombre como homenaje a lo que a mi entender fue la escalada más pura de estas montañas. En 1979, Renato Casarotto escaló en solitario la cara norte del Fitz, trazando una de las rutas más bellas y difíciles que hoy se conoce como Pilar Casarotto o Pilar Norte.
Desde su construcción, en el año 1994, El Pilar recibe visitantes de todo el mundo, tentados por la posibilidad de vivir la Patagonia de una manera diferente. Para todos, nuestras puertas están abiertas. Todo el Staff de El Pilar está atento a guiar a nuestros huéspedes durante su estadía para que todos, a su manera, puedan vivir la fuerza de la Naturaleza.
Espero que, al igual que yo, puedan sentir la magia de este lugar.
Carolina Codo
La hostería cuenta con 10 habitaciones muy confortables, con baño privado y cálidamente ambientadas. Todas ellas tienen vista al paisaje cordillerano
Pionera en el Valle del Río de las Vueltas, rodeada de un tupido bosque de ñires y lengas nativos, se encuentra esta recreación de una antigua casona patagónica, similar a las que albergaron a los pioneros que llegaron a poblar la Patagonia.
Al ingresar se percibe un ambiente cálido y familiar, donde es posible escuchar el crepitar de la leña ardiendo en la gran chimenea central.
El bar, el comedor, la biblioteca son lugares de acceso libre a los huéspedes, que se sentirán como en su casa. Un deck, ubicado en el ala este de la casa, al reparo de los vientos, será el rincón ideal para disfrutar de una tarde de sol o probar un delicioso asado de cordero patagónico.
Nuestra cocina, basada en originales recetas de autor, es uno de los motivos por los cuales El Pilar se destaca en la zona. Nuestro chef propone una variedad de sabores que combinan lo mejor de la cocina internacional, con el toque distintivo de los ingredientes del bosque patagónico.
La elaboración de los platos es esmerada y artesanal. La cocción de los alimentos, se realiza en nuestro horno a leña, que brinda un especial sabor a las comidas.
La huerta provee a la hostería de ingredientes frescos, que nuestro chef cosecha, antes de preparar cada plato.
La hostería está ubicada en uno de los lugares más salvajes e inexplorados de la cordillera; punto de partida de senderos que invitan a recorrer la región y disfrutar al máximo la paz y los sonidos de la naturaleza.
La conservación de los bosques de Nothofagus realizada durante décadas ayuda a que la fauna patagónica sea especialmente confiada, por lo cual nuestros huéspedes viven experiencias fascinantes con las mismas sensaciones que tuvieron los primeros naturalistas y montañistas que llegaron a la zona.
Debemos tener en cuenta que a la naturaleza no la heredamos de nuestros padres, sino que la tomamos prestada de nuestros hijos.
La Escuela Nacional de Campamentismo nos sugiere algunas prácticas para cuidar este preciado entorno natural:
Comienzo del recorrido a pie o a caballo siguiendo un sendero hacia el oeste. Progresivamente las áridas laderas, dan lugar al bosque patagónico característico de la región, donde predominan los Nothofagus (Lengas, Ñires y Coihues). Luego de cruzar el Río Blanco desde donde se tendrá, si el clima lo permite, una hermosa vista del cerro Fitz Roy, comenzarán el ascenso bordeando el Río Eléctrico que desciende de la laguna homónima. El sendero se interna en un tupido bosque de Nothofagus que luego se hace más ralo al tomar altura. Durante el recorrido, tendrán magníficas vistas de la cordillera de los Andes, de los diferentes picos de granito, característicos de la zona y del Paso Marconi, puerta a los Hielos Continentales.
Saliendo de la hostería, se sigue el sendero que bordea el Río Blanco. Una senda solitaria que permite percibir mejor los diferentes ruidos de la naturaleza. Luego de 2:30 horas de marcha se llega al Campamento Base “Río Blanco”. A partir de allí, la senda zigzaguea para cumplir con un fuerte desnivel de 500 metros hasta llegar a la Laguna de los Tres. El camino termina en la arista de la morena, con una fabulosa vista, por un lado de la laguna y de los glaciares y, por el otro, de la estepa, de El Chaltén, y del Lago Viedma, al fondo.Esta es la vista más cercana de la pared granítica del monte Fitz Roy y sus agujas periféricas. Bajando la morena, puede continuarse por la senda que la rodea, donde se aprecia la Laguna Sucia y sus glaciares.
Se puede regresar a la hostería por la misma senda o bien descender hacia El Chaltén, pasando por Laguna Capri.
Saliendo desde la hostería por la senda que bordea el Río Blanco se llega, luego de 30 minutos de marcha, a tener una muy buena vista del glaciar Piedras Blancas, uno de los más bajos de la zona. Si uno quiere aproximarse mas al glaciar y a su laguna, debe continuar camino hasta el Campamento Base Poincenot, y desde allí cruzar el torrentoso Río Blanco para acceder a la zona del glaciar. Se continúa por esta misma senda hasta el arroyo Piedras Blancas que desciende en sentido O-E, el cual se encuentra a 1 hora de marcha del campamento Poincenot. Luego se remonta el río por su margen derecha y se lo cruza casi por su naciente para llegar finalmente a la laguna y poder apreciar de cerca sus desprendimientos de hielo.
Salida desde El Pilar en vehículo, rumbo norte, siempre bordeando el Río de las Vueltas. Luego de una hora, llegaremos a la Punta Sur del Lago del Desierto, en donde comenzará la caminata.
El sendero se interna en el bosque. Luego de 45 minutos de marcha cuesta arriba, se llega a la laguna del Glaciar Huemul. Desde allí se tiene una muy linda vista de todo elValle del Río de Las Vueltas y con el Lago Viedma de fondo. El Glaciar Huemul es un glaciar que se precipita al lago homónimo, cuyas aguas son de un azul lechoso, típico de la zona de los glaciares.
Andreas Madsen, campesino de origen dinamarqués, llegó a Buenos Aires en 1901. Se incorporó a la Comisión de Límites con Chile, colaborando con el Perito Moreno. A orillas del Lago Viedma construyó su primera choza con maderas y pieles. Su afán por conocer y saber, sus anhelos de encontrar nuevos horizontes, su veta artística, sus altos valores morales y su gran pasión por la naturaleza, inmortalizaron en la literatura a un modelo de pionero que dejó en la Patagonia sus semillas de desarrollo y prosperidad. Actualmente, cruzando el Río de las vueltas por medio de un cable carril se puede visitar la casa donde él vivió.
En la zona se puede realizar:
Estas actividades son ofrecidas por operadores locales.
Hostería El Pilar está ubicada en el Valle del Río de las Vueltas, a 17 km de El Chaltén (Provincia de Santa Cruz), donde el Río Eléctrico desemboca en el Río de las Vueltas. Un lugar privilegiado por estar bien aislado de las zonas mas frecuentadas de la zona y ser el punto de partida de muchos senderos. Rodeado por el bosque andino-patagónico, posee una magia muy especial.
Para aprovechar al máximo las alternativas que ofrece la zona, El Pilar coordina los traslados de llegada y salida a El Chaltén sin cargo.
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